¡La Sierra Tarahumara cuenta con la cascada más profunda de México, la Piedra Volada! Esta sobrepasa a la Basaseachi, que en algún momento fue la cascada más grande del país con una caída de 246 metros, también situada en este estado. Ambas son joyas naturales de la imponente Sierra Tarahumara, que resguarda otras maravillas como la Barranca de Candameña, una de las más profundas de la región y origen de la cascada Basaseachi, ubicada en el Parque Nacional Basaseachi.
El descubrimiento de la cascada Piedra Volada ocurrió de manera casi fortuita en 1986, cuando un grupo de exploradores provenientes de Basaseachi caminó durante todo un día por la barranca hasta llegar al cañón del arroyo de Cajurichi. Se quedaron boquiabiertos al descubrir la impresionante pared vertical por donde fluye la cascada Piedra Volada. Aunque la vista desde la base es impresionante, también existen expediciones para admirarla desde las alturas, en su punto de origen.
La travesía para llegar a la parte alta de la cascada no es fácil ni corta, ya que implica más de dos horas de caminata dentro del Parque Nacional Basaseachi. A pesar de la dificultad, el recorrido ofrece recompensas, ya que en el trayecto se pueden encontrar especies autóctonas como jabalíes, pájaros coa, cholugos (un tipo de tejón) y otros animales de la región.
Aunque la vista desde la parte superior de la cascada es espectacular y una de las más imponentes de toda la Sierra Tarahumara, no permite observar la caída del agua. Para disfrutar de ello, es necesario contar con la asistencia de guías expertos y también se requiere valentía, ya que implica colgarse con un cable a varios metros de altura.
En un rappel, actividad no recomendada para amateurs debido a su complejidad, el descenso alcanza los 453 metros, superando en más de 200 metros a Basaseachi, antes considerada la cascada más profunda de México. La profundidad de la Piedra Volada, casi medio kilómetro, la posiciona como una de las más grandes a nivel mundial.
Para llegar a este fascinante lugar, es esencial dejarse guiar por expertos y desconectarse, ya que está alejado de la ciudad. Desde Chihuahua, el viaje demora alrededor de cuatro horas, mientras que desde Creel, donde hace escala el tren Chepe, el trayecto es de tres horas.
Un dato interesante sobre la cascada Piedra Volada es su intermitencia durante el invierno. La mejor temporada para apreciarla en su máximo esplendor es durante los meses de lluvias, que van de julio a octubre.
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